Para enfrentaros a ella sólo tenéis que seguir una serie de recomendaciones bien aprendidas por los especialistas en muebles.
Tres simples puntos que os salvarán del problema:
- Ubicad dentro de cajones y gavetas un trozo de tiza (de la escolar). Es un remedio excelente que combate la humedad sin dejar ningún rastro de olor, a diferencia de sus competidores, que alguna huella suelen dejar. Un detalle: debéis reemplazarlos por lo menos una vez al mes.
- Es bien conocida la capacidad de los granos de arroz para absorber a la humedad y sus olores. Lo que debéis hacer en el caso de los armarios es depositar en su interior por lo menos una bolsa de tela (para que “respire”) llena de arroz. Podéis añadir pétalos de flores secas para añadir un toque de perfume natural.
- El remedio ideal si tenéis muchas piezas de piel y cuero en tu armario (incluyendo calzado) es el carbón vegetal. Además de secar y desodorizar el ambiente, ayuda a que las prendas de piel no se pongan rígidas debido a la humedad, y que sufran cuarteaduras o roturas.
Estos son algunos de los trucos que tenemos en nuestro recetario. ¿Sabríais decirnos algún otro?
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