La nieve, patinar sobre hielo, los bosques teñidos de color
cobre… el invierno tiene muchos atractivos, pero las horas de sol son cada vez
más escasas. Desde Armari Preu os queremos sugerir algunos pequeños cambios en nuestra casa servirán para permitir
aumentar la luminosidad en los días más cortos de esta estación.
La orientación de la casa es básica para conseguir
aprovechar al máximo la luz natural. Lo ideal sería que los dormitorios estén
orientados al este, ya que recibirán los primeros rayos del sol por la mañana.
El salón podría estar hacia el sur o el oeste ya que así recibirán la luz del
sol a partir de mediodía. Pero como la orientación de cada casa es la que es,
existen algunos trucos para ganar en luminosidad en los días más oscuros del
invierno.
Lo primero que deberíamos tener en cuenta es el color de las
paredes. Los tonos claros y cálidos, como los colores pastel, el vainilla o el
beige hacen que la habitación parezca más luminosa. Además, apostar por colores
cálidos puede hacernos ganar en optimismo. En cuanto al techo, podemos pintarlo
de blanco para hace que nuestra casa parezca más grande y con más luz.
Busca la amplitud
Hay que tener presente que ganar en amplitud es ganar en
luminosidad. Los espejos se convierten en un aliado indispensable para
conseguir que una estancia parezca más grande de lo que es. Los hay muy baratos
y fáciles de colocar en IKEA. Conseguiremos rebotar la luz a otras estancias de
la casa, aunque debemos poner atención al colocarlos ya que si se instalan en
frente de ventanas muy soleadas, los rayos de sol podrían provocar reflejos
incómodos.
Otra forma de potenciar la luz natural es utilizar cortinas
y visillos transparentes. Conseguiremos vestir una habitación aprovechando al
máximo los rayos de sol. Conviene utilizar telas livianas y tonalidades suaves,
ya que cuanto más finos y transparentes más luz dejarán pasar, y sin embargo
nadie podrá ver desde fuera qué ocurre dentro de casa.
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